jueves, 18 de diciembre de 2014
25 Aniversario "El Señor de los Dadillos"
Y seguimos compartiendo concursos, esta vez el de la asociación que está moviendo el taller literario. El Señor de los Dadillos.
¡Saludos!
Con motivo de conocer a los grandes artistas literarios que nos rodean, este año hemos decidido convocar el <<XXV concurso literario “El señor de los Dadillos”>>, con el tema “Realidades Alternativas”. Queremos con ello establecer un marco para que la gente plasme sus relatos y premiarles con ello.
Organiza:
Asociación cultural: “El señor de los Dadillos”
Colabora:
¿Por qué el tema escogido?
El tema escogido ha sido propuesto y votado entre varios temas escogidos en la asociación.
Bases del XXV Concurso Literario “El Señor de los Dadillos”
1) Pueden concursar cualquier persona mayor de 18 años.
2) Se presentarán relatos inéditos centrados en el tema “REALIDADES ALTERNATIVAS”.
3) La extensión máxima será de 1500 palabras, con letra Times New Roman a 12, Interlineado a 1,5 y márgenes estándares.
4) Se entregará una copia escrita, que vendrá en el interior de un sobre que se depositará en el buzón de correos de “El Señor de los Dadillos” (Buzón nº 15 se lee ELSD en azul), al lado de conserjería de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM. También se puede enviar con las mismas condiciones a la dirección física:
El Señor de los Dadillos
Buzón 15
Campus de Somosaguas
28223 - POZUELO DE ALARCÓN (MADRID)
5) Para garantizar la imparcialidad del jurado, el sobre donde vaya incluido el relato no podrá tener nada más escrito que “XXV Concurso Literario”; dentro del sobre, un segundo sobre sellado incluirá el título del relato, nombre del autor, el DNI y un email de contacto.
6) Habrá una única categoría de premios, que consistirán en un lote de libros para el ganador. La asociación puede crear una segunda categoría si lo ve necesario. Además la Asociación “Investigadores Sociales Unidos” (ISU) publicará el relato ganador en el siguiente número tras la valoración de los relatos, de su revista“Repensando”
7) Los criterios de evaluación que se tendrán en consideración son: a) que la temática se ajuste a la descrita para el concurso; b) la buena narración; c) lo interesante, original y bien planteado de la historia narrada; d) la expresión correcta y clara, y la ausencia de errores sintácticos y gramáticos.
8) El jurado estará compuesto por un grupo mínimo de tres socios de “El Señor de los Dadillos”, ninguno de los cuales puede participar como autor en el concurso ni conocer los relatos/autores de los mismos de antemano.
9) No se admitirá más de un trabajo por persona.
10) El plazo de inscripción termina el 15 DE FEBRERO DE 2015.
¡Mucha suerte y que gane el mejor!
martes, 16 de diciembre de 2014
VII Edición del Concurso de Relato Corto de Terror Fantasía y CIencia Ficción
El otro día en el taller no pasaron este concurso realizado por algunas asociaciones vecinas de la Universidad, estos días iremos subiendo más concursos interesantes.
Bases del Concurso 2014-2015
1.
Podrá participar en el concurso de relatos, de
forma totalmente gratuita, cualquier alumno
de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad Politécnica de
Madrid. Así como cualquier miembro
numerario de las asociaciones organizadoras y estudianty estudiane universitario. Se exceptúan los
miembros del jurado y los encargados de la gestión de los relatos.
2.
Cada participante podrá presentar un relato.
Este relato deberá ser inédito y en español. Su temática deberá incluirse en
los subgéneros de fantasía, terror o ciencia ficción. La extensión del relato
será de entre 1 y 10 páginas, con tamaño de letra 12, tipo de letra Calibri y
sin interlineado especial, para unificar los formatos de cara al número de
páginas. Los formatos de documentos admitidos son: DOC, DOCX, ODT, RTF o PDF.
Los relatos que no cumplan con el límite de extensión serán excluidos del
concurso.
3.
Los relatos se enviarán a través del apartado
“Subir relato” habilitado en la página web del concurso: concursorelatosftc.es. El archivo enviado no podrá estar
firmado, ni por el nombre ni por ningún tipo de pseudónimo. En caso de que su
relato sea uno de los premiados deberá acreditar su condición de alumno a
través del resguardo de la matrícula de este curso académico en alguna de las
asociaciones organizadoras. En el supuesto de que el premiado sea miembro
numerario de alguna de las asociaciones organizadoras, también deberá acreditar
dicha condición de socio.
4.
El plazo de entrega de relatos finalizará el día
13 de marzo de 2015.
5.
El jurado estará formado por miembros de todas
las asociaciones participantes, así como de miembros de PAS y PDI colaboradores
en la organización del concurso.
6.
El fallo del jurado se hará público el día 17 de
abril de 2015. Dicho fallo se expondrá en la página web oficial del concurso,
así como a través de distintas redes sociales. También se le comunicará a los ganadores
a través de un correo electrónico a la cuenta que faciliten a la hora de enviar
el relato.
7.
La entrega de premios tendrá lugar en la V
Semana Complutense de las Letras. Desde la publicación de los ganadores hasta
el día señalado para la entrega, se podrá certificar la condición de alumno o
miembro numerario en cualquiera de las asociaciones organizadoras.
8.
Los premios están aún por confirmar. Serán
publicados en la página oficial del concurso y a través del resto de redes
sociales.
9.
Los organizadores se reservarán el derecho a
publicar los relatos premiados, o parte de ellos, siempre comprometiéndose a no
utilizarlos con ánimo de lucro y siempre acompañándolos del nombre del autor.
10.
La
participación en este concurso supone la plena aceptación de estas bases. El
incumplimiento conllevará la descalificación del mismo.
Confidente
Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.
Palabra: Confidente
Oración: Amigo sincero para lo bueno y lo malo
Párrafo:
El objeto sobre el que hablo a continuación llegó a mi vida un día
cualquiera del verano pasado. Lo más probable es que todos y cada uno de
vosotros tenga algún ejemplar en su casa. Si no es así, no hay de que
preocuparse, cualquier humano que lo desee puede tener, al igual que yo, este
objeto/confidente en su hogar y os garantizo que nunca le mentirá: No importa
como de bella o cruel sea la realidad que le rodee, ésta le será mostrada sin
artificio alguno.
Es importante saber que aunque el envoltorio de estos amigos puede ser muy
variopinto: redondo, de metal, de madera, ovalado... la esencia es siempre la
misma; sinceridad en estado puro.
Conocido y admirado desde antiguo, llegó a ser fiel consejero de una
malvada reina de cuento de hadas. Quizá ya sepáis cual es el objeto misterioso,
si no es así os daré una última pista definitiva: en cierta historia, escrita
por un pederasta, su protagonista Alicia lo atravesó.
Paz Salas
Reflejo
Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.
1. Reflejo
2. Barrera
que une dos mundos
3. Viendo
este objeto me vienen a la mente algunas divagaciones, pensamientos y
abstracciones que intentan definir una realidad indefinible: barrera entre dos
mundos, barreras que unen, barreras que separan, mundos oscuros de mundos luminosos. Espejo de mil
reflejos, reflejo de libertad que
muestran el tiempo, el tiempo corriente,
el tiempo estancado. Ojos de realidades infinitas, realidades abstractas
realidades concretas. Imagen del ocaso que crea oscuridad, fuente de sombras
aliadas del miedo, reflejo de una brillante luna. Heraldo del alba que atrae la
luminosidad, fuente de luz, baluarte de la esperanza, reflejo del sol. Fuente
indiscreta de historias pasadas, de historias futuras de historias contadas. Pero
¿cómo podemos definir la totalidad de las evocaciones que nos crea un objeto únicamente
describiendo su estado físico? No es más que una oquedad en un muro, una oquedad que separa el exterior
del interior, que deja de un lado la luz y del otro la oscuridad, pero aun así
las conecta. Es una oquedad en la que todo se refleja, puede reflejar mil
mundos de mil maneras o bien reflejar un mundo perpetuo de infinita permanencia.
Este objeto al igual que las realidades que deja vislumbrar no tiene una forma
concreta, pero lo que si tiene es una imagen concreta y universal en la mente
humana, es un hueco cuadrado en una pared. Es una ventana.
STITCH
Libertad
Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.
Libertad.
Mi único y siempre
fiel amor.
Siento el viento azotar mi faz y cierro los ojos. Acaricio
sus facciones, palpo los quistes de la madera, los desconchones en el barniz
antaño lacado. Es sencillo retornar a aquel momento de fusión entre hombre y
máquina, a aquel matrimonio ad mortem
que acepté al firmar las patentes de la reina. Acababa de echar a nadar y olía
a nuevo, a libertad, a botines, a tierras exóticas. Cada cicatriz que luce es
símbolo de una batalla, cuenta la historia de una victoria, de un tesoro, de
una hazaña en nombre de la reina y de sí mismo. La superficie por donde el mar
ha sido más bravo está recubierta de pequeños moluscos, testigos, a veces cómplices,
de los entuertos de este viejo marinero. Sus ropajes aún se contonean con la
brisa, a pesar de que no luzcan el mismo blanco que el día que nos conocimos, y
sufran algún que otro descosido. Y su estela… aún sigue siendo inigualable
cuando el mascarón se encara al horizonte.
Cuando sufro de melancolía me refugio en sus entrañas, huyendo de la ebullición y el trasiego de los hombres. Me concentro en el aullido del mar cuando cierro los ojos. Y casi lo oigo respirar. Noto su balanceo, soy consciente del mecer de las olas acariciándole el vientre, del silbar del viento en el camarote allá donde hicieron mella los trabucos. Conozco de sobra el ventanuco que trastabilla y sabría encontrar a oscuras, sin la luz de las candelas, la tabla que baila en la bodega.
Sé,
y sé que también esta preciosidad lo sabe, que si algún día se hunde, se irá
conmigo.
Black Maiden
Monstruo.
Práctica 4: Describe un objeto cotidiano
Monstruo.
Sumidero de ilusiones,
desilusiones, recuerdos y facturas.
Un metro y medio de metal pintado
de amarillo, anclado al suelo de la calle muestra pintadas en azul una corneta,
y una corona real. Le podemos encontrar normalmente por los sitios que la gente
más frecuenta, a la vista de todos y al resguardo de su discreción. Parecido,
realmente, a una seta nacida de los adoquines al servicio de todos, dotada con
una gran boca rectangular por la que introducir sueños y misivas; funciona como
una catapulta de mensajes buenos y malos hacia otras tierras lejanas.
Un hombre, complemento
circunstancial de aquel día, cruza por delante, le da de comer y continúa su
travesía sin percatarse en él, gentil funcionario.
Los días de lluvia, nieve o
heladas no se mueve de su guardia, sino que permanece firme, con la boca
abierta como siempre, pues nunca sabe cuándo van a necesitar de sus servicios
los ciudadanos, o cuándo alguno de sus amos, de los de gorra y saco, va a
decidir acudir a él y descubrir todo lo que guarda. No es una vida fácil, pero
le conforta pensar en toda la gente a la que está haciendo feliz cada día, en
toda la gente a la que une su labor, en todos los amores que hace posible y en
todo lo bueno que transmite la poca gente que sigue acordándose de él.
Ese buzón de la esquina.
Elllolol
lunes, 15 de diciembre de 2014
Compañera fiel
Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.
Curvilínea.
Quita y a la vez da el habla.
Tiene tapa de pino, una caja de resonancia, seis cuerdas que
cubren un largo mástil, dividido en trastes, y un mecanismo electrónico en su
interior. Es del color de la madre de pino, ligeramente más oscura en los
lados, y al final del cuerpo hay una pieza metálica que sobresale. Su suavidad
y su belleza hacen que la cojas delicadamente, con la delicadeza con la que se
lava una virgen. Su sonido puede llegar a cualquier parte, sobre todo al
corazón. Tiene el poder de cambiar las emociones, de modificar tu forma de
pensar, tu visión de la vida, de la realidad. Sus curvas hacen que se adapte
perfectamente a mi cuerpo, como si fuese ese accesorio soñado con el que nací,
pero me tuvieron que separar de él, y ahora por fin volvemos a estar juntos.
Ella está ahí siempre, tanto en los buenos momentos como en los malos, como
aquel amigo inseparable que siempre está para escuchare, para atenderte, incluso
cuando ves que todo el mundo te ha dado la espalda. Ella siempre está
dispuesta, con sus notas, a calmar mi corazón, a veces desesperado y solitario.
Al principio me hacía un poco de daño, mas con el tiempo ambos llegamos a ser
uno. Refleja el sentimiento de mi alma, mis sueños, aquel anhelo de ser mejor
en todos los sentidos. Espero que dures eternamente.
Mi guitarra.
Aitor
Vergüenza
Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.
Vergüenza
La máscara con la que prostituyo
mis ideales
El azul turquesa de su superficie
planchada rasga mi corazón cada vez que la toco. La miro y siento repugnancia
de mí mismo al recordar que me disfraza cada fin de semana con su color y
transforma mi pensamiento y mi dedicación en basura. Es el eje del
alienamiento, que hace postrarse hasta al más brabucón, por una mísera
recompensa.
Cada día que pasa aborrezco más
los paseos bajo ella y las palabras insulsas que surgen de mis labios sin que
yo quiera darme cuenta. ¿Qué estoy haciendo con mi vida? Me pregunto, para
luego responderme: ¿Qué otra cosa puedo hacer? Y sigo caminando, paseándome
alegremente por las mesas ocultando mi frustración, olvidándola.
Me fundo con la gente, sus
sonrisas complacientes y su falsa amabilidad. Participo en ese circo en el que
cada personaje tiene un guion que no debe saltarse ya que acechando, en las
sombras, hay un poderoso látigo que resuena tan sólo para nuestros oídos. Las
sonrisas postizas no entienden ese sonido, no lo reconocen ni quieren hacerlo:
tan sólo somos autómatas que servimos bajo el mismo color turquesa.
En el pecho, un logo colorido,
una efigie capitalista a la que rezar por el pan que me ofrece al final del
mes. Símbolo de la diferencia que hay entre ellos y nosotros. El servido y el
siervo. El cliente y el esclavo. Un abismo separa nuestras miradas cuando, con
disimulada repugnancia, atiendo a sus absurdas demandas. Esta imagen en mi
pecho me convierte en parte del mobiliario, en un autómata que, a ojos de esas
personas que exigen elitismos, carece de subjetividad y vida más allá de esa
ropa.
Al abrocharme sus botones me
sumerjo en el drama camuflado de comedia en el que me obligo a representar un
dócil trabajador que se desvive por complacer al cliente. Pero, vaya por Dios,
actúo mal. Se dan cuenta de mi desprecio hacia su forma de vida, de mi
frustración al ver que viene más gente a consumir porquería que a manifestarse
por sus derechos, reconocen en mis ojos la furia que provoca su pasividad y su
contribución amodorrada a un sistema que ahoga a las trabajadoras y
trabajadores, esclavos de sus deseos. Y claro, sus cejas se fruncen y sus
labios se aprietan, sus narices parecen captar un olor que no toleran: el olor
de una realidad desigual e injusta, que hace ver que de su mano, señalando
platos en la carta, pende una fuerte cadena hasta mi cuello.
Las ideas de sindicalismo y
acción colectiva entre las que me muevo en clase, se difuminan cuando camino con
esa camisa. Toda la fe en el cambio de la sociedad, todas las ganas de luchar
por lo que creo, dejan de revolotear y caen a mis pies, agonizantes por lo
absurdo de mi situación. Ya no soy un revolucionario, ni pretendo serlo. Ya no
soy siquiera un estudiante. Tan sólo soy un payaso más con una camisa blanca y
azul.
Camisa de trabajo.
Montag
Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.
Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.
DESCRIPCIONES OBJETIVAS Y
SUBJETIVAS
EN UNA PALABRA, UNA FRASE, UN
PÁRRAFO
SUBJETIVAS
Acólito
Una indispensable dependencia
Todo lo demás se ausenta cuando
él despierta. Es difícil mirar hacia otro lado, porque mientras lo miro todo
parece interesante, oscureciéndose el resto. Casi imposible no escucharlo
cuando habla porque, como un canto de sirena, siempre tiene algo agradable que
contarme. El contacto con él es tan habitual que a veces pienso que es una
extensión mía, haciendo más largos mis dedos y más anchas las palmas de mis
manos. Fuera... ausencia.
Pese a su nombre, parece haber
decidido no ocupar otro espacio, aferrarse como si estuviera hipotecado con
este lugar, su lugar. Su férreo sedentarismo es contagioso y se acompaña de una
inquebrantable seguridad. Siempre está ahí, a cualquier hora, aunque fuera haga
un tiempo veraniego y lo que más apetezca sea salir a disfrutarlo.
Le confié muchos de mis recuerdos
y él los conserva intactos, mucho mejor que yo, que los habría intoxicado de
nostalgia y afectos. Subsana mis errores con discreción, con una facilidad que
a veces me asusta, y es que ha llegado el punto en el que me cuesta manejar la
vida sin él.
Y es que a veces, y solo a veces,
toma conciencia y se dedica tiempo a sí mismo, a la introspección. Evita
comunicarse con el mundo, conmigo. Da igual cuánto le pida, cuán retorcidas
contingencias intente aplicar en él... simplemente a veces es él quien decide.
Y entonces me doy cuenta del vacío que deja, de la enorme parte de mí que ha
absorbido, de lo solitario e inútil que me siento sin él. Y deambulo en el
oscuro, en el silencio, en mis pequeñas manos. Sólo me quedo rodeado de
ausencia, junto a él, junto a su lugar.
OBJETIVAS
Útil
Una herramienta de trabajo
Hablamos de un aparato compuesto
de un cuerpo principal y varios accesorios periféricos indispensables para su
correcto funcionamiento. Sobre el primero debo decir que, a su vez, posee dos
elementos conectados a través de varios ensamblajes que permiten la comunicación
entre ellos: una parte se muestra como más compleja a simple vista, puesto que está
compuesta de un gran número de elementos mecánicos muy similares y próximos
entre sí, necesariamente activados por la aplicación de presión. El otro
elemento, sin embargo, se encarga de procesos simbólicos automáticos que se nos
muestran a través de códigos visuales que nos hacen más accesible su
comprensión. Ciertamente, esta es la parte más importante ya que se ha
comprobado que la primera es fácilmente sustituible por otras más sencillas y
limitadas. Incluso se ha llegado a eliminar el contacto en algunas ocasiones,
pudiendo ser controlado por diferentes estímulos sensoriales y, en casos más
aislados, directamente neuronales.
Me refería anteriormente a la
existencia de dos accesorios periféricos: uno de ellos es fundamental, puesto
que se encarga de suministrar la energía que necesita el aparato, actuando como
intermediario entre la fuente y éste. El otro es opcional, pero facilita el manejo,
recurriendo a un sensor óptico que registra su movimiento y dos dispositivos mecánicos
que sirven para iniciar procesos en la máquina principal.
Por supuesto, estoy hablando de
mi ordenador portátil.
Diego Tomé Merchán
domingo, 14 de diciembre de 2014
Impredecible
Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.Impredecible.
La compañera inseparable que
nunca falla.
Es elegante y equilibrada, de
color escarlata y dorada, fue un regalo inesperado que se convertiría en algo
especial. Desde que la vi en su estuche se convirtió en una compañera
inestimable, testaruda y sincera sabe cómo impresionar, aunque sea yo quien la
dirija siempre tiene mil ideas más, me hace continuar y seguir siempre adelante
cuando me falta inspiración. Ha sido testigo de mis mejores ideas, aventuras y
secretos, siempre escritos y en papel.
Ha pasado el tiempo y ya nunca
está en su estuche sino al alcance de mi mano para cuando me inspiro y la
necesito, para cuando no puedo evitar hacer nada más que escribir.
’’Mi pluma’’
Asys
Prisión
Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.
Plasmación.
Engranaje de danzas sonoras que encierran el
alma de la música bajo la cadencia de delicadas manchas de tinta.
Engañaría si dijera que se trata de un simple
papel. Allí residen los sueños y las frustraciones, intentos de cautiverio de
la estética y horas de inspiración tras una botella de alcohol barato. Su
lenguaje es mecánico y complejo, pero plástico y de pureza austera. Allí se
impronta el alma y los deseos, se erizan las venas y palpitan las vísceras, se
cincela lo abstracto y se ritualiza el milenario
cautiverio al sonido. Rememora las épocas, los desenfrenos, la locura y hasta
lo intangible. Allí se traza el tímpano de la historia y se cobija a los genios
que otrora fueron dementes o inadaptados. Cada pincelada encadena una armoniosa
sucesión de ritmos frenéticos donde se articula la ejecución sincrónica de los
intérpretes. Si la música es el motor de la vida, el pentagrama es la prisión
de su trascendente inmortalidad.
Héctor Puente Bienvenido
Felicidad cotidiana
Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.
-Blancura.
-En medio de esta confusión te abrazo fuerte. aspiro hondo,
y descubro mi propio olor, el de tantas noches compartidas.
Te has convertido en mi momento favorito del día. Soportar
las interminables horas de trabajo, tener una buena cara siempre a mano para
ponérmela antes de que entren los clientes, verme arrastrado por el traqueteo
del metro de una punta a otra de la ciudad… Todo el cansancio acumulado amenaza
con hacer que me derrumbe, pero ahí estás tú cada noche, esperándome al borde
de la cama, y puedo ver que deseas con cada fibra hacerme olvidar todas mis
miserias y llevarme muy lejos…
Estoy tentado de desplomarme sobre ti y meterme en la cama
así, sin quitarme la ropa, pero creo que no es muy buena idea. Salgo de la
habitación sin mirar atrás porque tengo la sospecha de que si te doy unos
segundos más conseguirás hacerme cambiar de opinión. Y de verdad creo que
necesito una ducha.
Vuelvo con el pijama ya puesto y, esta vez sí, me deslizo en
las sábanas y aprieto la mejilla contra tu lisa superficie. Observo en la
penumbra las marcas que va dejando mi pelo mojado, apenas sombras húmedas entre
esa blancura que es tan tuya. Siento que
mi cuerpo se va relajando, que sucumbo a tu encanto, y solo un último
pensamiento queda flotando en mi mente antes de que me venza el sueño: Si
pudiera, me casaba con mi almohada.
Ainara
El mito de la caverna.
Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.
Flores.
Luz a través de un papel.
Llevaba tanto
tiempo secuestrada en el invierno de mi vida que había perdido la noción de lo
que era verdad y lo que no.
Pero supongo
que tenías razón. No faltaba mucho para que los días comenzaran a ser más
largos, y para que la luz perezosa del sol resbalara por mi ventana. Me dijiste
que esperarías hasta que se fuera esta ola de frío ciego para poder sacarme de
casa con un vestido de vuelo ceñido a la cintura.
Aún recuerdo
el día en que colocaste las cortinas contra mi cristal. Todo estaba helado y yo
no tenía fuerzas ni para sacar los pies de entre las sábanas, pero me
prometiste que a partir de entonces todo sería diferente. Que solo tendría que
mirar las cortinas de flores para recordar que, en algún futuro no muy lejano,
volvería a oír los graznidos de los pájaros, y los campos coloreados no serían
solo los de tela blanco roto.
No sé cuántas
primaveras han pasado sin que aparecieras para descorrer las cortinas. He
olvidado lo que hay detrás de ellas, lo que es mirar más allá de ese patrón de
pétalos de colores. No sé ni que no sé nada, porque soy solo un sofista
encerrado en la caverna, esperando al Platón que venga a rescatarme.
No puedo decir
cuándo vendrás a por mí porque ya no sé ni lo que es la primavera. Yo solo me
sé el patrón de las falsas flores que me dejaste.
Julia Concepción Gutiérrez.
sábado, 13 de diciembre de 2014
Guardiana
Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.
Guardiana.
El ojo que todo lo ve y
que juzga si eres digno o no de que franquee el paso, hosco y voraz del único
plato que quiere digerir.
Su color era dorado, de
eso no había duda, aunque luciese infinidad de rallazos y muescas fruto de
noches etílicas y visitas poco cuidadosas. Pero si su exterior era de oro, su
interior era negro y oscuro, un mecanismo incognoscible que juzgaba la valía de
quien estaba ante ella. Digno, no digno, así de sencillos éramos todos a su
ojo. No le importaban las razones, no le importaba lo que cargáramos en
nuestras almas y nuestras mentes, sólo éramos dignos o indignos. Un mundo de
blancos y negros de una claridad meridiana, envidiable para aquellos que
tenemos que lidiar con los grises de la vida cotidiana. Y yo, oscuro y desdichado,
no era suficiente para que me cediese el paso a los anhelados bienes que
guardaba.
Objeto: una cerradura.
Costán Sequeiros Bruna
martes, 9 de diciembre de 2014
El punto sobre la y
Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.
Palabra: Simetría
Frase: Aquello que se acaba y a la vez comienza
Párrafo: Aquel artilugio, aquel engranaje era el punto de
estabilidad, de continuidad, de permanencia que las gentes utilizaban para la
vida mundana. No era solo un objeto, era como un marco de rutina organizada que
les guiaba en el tiempo sin errores. Su precisión era digna de elogio aunque
ninguno lo apreciara. Sin notarlo eran víctimas de las reglas que direccionaba
aquel mecanismo complejo, a la vez que les proporcionaba la seguridad que
ansiaban. Su función garantizaba la propia subsistencia del susodicho, creando
esa perdurabilidad que parecía imposible quebrantar. Allá donde uno mirase
encontraba dicho valor tan solo perceptible para el mundo humano. Una mujer en
un supermercado, un hombre enervado en un atasco, una niña volviendo a su hogar
del colegio, una anciana cocinando para el almuerzo… Todo aquello
interrelacionado en una misma cosa. En un mundo donde el futuro impredecible
crea pavor entre los hombres, donde la ignorancia crea incertidumbre, donde angustia
la incomprensión, donde nada es claro y
todo abstracto, donde ni la misma palabra es solida… Allí entra en vigor el
orden que nos proporciona este aparato, tomando las formas y prácticas que se
antojen, otorga la estabilidad en la vida. Así es, otorga la capacidad de medir
el tiempo, son las seis y…son las seis por lo que no hay cabida a otra
suposición, ni son las cuatro ni son las siete, ¡son las seis!
-El reloj-
-El reloj-
Cristina Torres
Un viejo amigo
Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.
Hombrecillo
El habitante amarillo de todos los palacios que hice y deshice en mi niñez.
El pequeño astronauta amarillo me miraba desde su cajita en lo alto de la estantería. Sus manos de pinza sujetaban la pistola de plástico transparente verde con una fuerza inusitada. Sus ojos apenas se veían tras el visor, pero mi niño interno sabía que sonreía bajo su casco.
Puede que sus colores se hubiesen gastado con el tiempo, y que la mano que nunca sujetaba la pistola pudiera caerse si se le movía un poco el brazo.. Puede las piernas chirríen si finge que salta. Puede que yo, al igual que el, seamos demasiado viejos. Pero el es mi astronauta y solo mirarle me transporta a tardes de Otoño soleadas, el olor de la alfombra del salón y todas las cosas que fue.
Recuerdo sus aventuras al planeta de los piratas, donde ninguna chalupa podía correr mas que su aero-moto y el cofre del tesoro estaba lleno de Plutonio (imprescindible para que pudiese volver a casa en su nave espacial). También se enamoró de una reina, el protegía su castillo de piratas y caballeros negros; el usaba super-ciencia y ella su varita mágica y al dragón verde.
Las aventuras desfilan a toda velocidad cuando vuelvo a verle en su caja de cerillas reconvertida en camita (porque no podía dormir sobre las duras piezas de plástico) y siento la culpa de verle ahí, cogiendo polvo y viéndome envejecer. Me siento culpable porque sé que no volveré a jugar con el, pero no me atrevo a dárselo a ningún niño, porqué no se que harán con el y no puedo imaginármelo sin su mano o pintarrajeado con algún rotulador olvidado por una madre. Pero no puedo quitarle de esa camita en mi estantería, regalar las piezas y a todos sus amigos ya fue demasiado, no quiero pensar donde estará ahora toda la pandilla.
El tiempo pasa y el pequeño astronauta sigue en su cama. Sigue porque existe una promesa: Un día mi hijo te querrá como yo lo hice.
Jarl
domingo, 7 de diciembre de 2014
Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.
Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.
Una Palabra; Euforia.
Una Frase; Es un sentimiento indescriptible el que me embarga
al sentir el cuero en mis manos.
Un Párrafo; El viento fluía a través de la ventanilla,
sacudiendo mis cabellos, embargándome con la sensación de velocidad. No era el
más veloz, ni el más ágil, ni el más potente, pero su cuerpo aerodinámico
cortaba el aire como un cuchillo. ¿Cómo describirlo si nunca lo has sentido?
¿Si nunca has percibido las imperfecciones del firme a través de los
neumáticos? ¿Si nunca te has encontrado en ese efímero instante entre el
control y la pérdida del mismo? ¿Si tu corazón no ha empezado a latir con
fuerza al sentir la tracción? ¿Si el rugido de su corazón no te ha arrancado
nunca un escalofrío? ¿Cómo describirlo cuando tus labios nunca se han partido
en una sonrisa, en un grito de júbilo, al emerger victorioso de una arriesgada
maniobra como una sola unidad? ¿Un ente? ¿Dos cuerpos y un solo espíritu? No,
no puedo. Puedo hablarte de su belleza, de su majestuosidad. Puedo hablarte de
potencia en Cvs, de prestaciones y de pesos. De equilibrios, aceites y de
gastos constantes. Lo que no puedo es describirte lo que siento cada vez que pongo
mis manos sobre el volante, porque para eso, tienes que sentirlo. Para muchos
es un simple coche. Para mí es mucho más.
DNH
jueves, 4 de diciembre de 2014
Primera reunión
*EDITADO*
¡Nuestro Taller de Escritura Creativa se reúne este viernes!
Si te interesa el taller, o conoces a alguien que le interese,
la reunión se hará el VIERNES 12 de 16.00 a 18.00 horas, en el salón Mª LUZ NÁJERA en el sótano de la facultad de Políticas y Sociología (Somosaguas).
*FIN DE EDITADO*
Como ya ha pasado algo más de un mes, muchos de vosotros habéis preguntado con mucha razón que cuándo se realizará la reunión en persona del taller, (a primera sin contar la de la presentación).
¡Nuestro Taller de Escritura Creativa se reúne este viernes!
Si te interesa el taller, o conoces a alguien que le interese,
la reunión se hará el VIERNES 12 de 16.00 a 18.00 horas, en el salón Mª LUZ NÁJERA en el sótano de la facultad de Políticas y Sociología (Somosaguas).
*FIN DE EDITADO*
Como ya ha pasado algo más de un mes, muchos de vosotros habéis preguntado con mucha razón que cuándo se realizará la reunión en persona del taller, (a primera sin contar la de la presentación).
Nos gustaría poder elegir el día
entre todos, para ello utilizaremos esta
misma entrada.
El encuentro se realizará por la
tarde, a elegir entre los siguientes días:
- · Miércoles 10 de diciembre.
- · Jueves 11 de diciembre.
- · Viernes 12 de diciembre.
- · Lunes 15 de diciembre. (A partir de las 18.00)
- · Martes 16 de diciembre.
- · Miércoles 17 de diciembre.
- · Retrasarlo a enero.
Escribid un mensaje en esta
entrada con vuestro pseudónimo del taller y las fechas que preferís para el
mismo. Se elegirá siempre beneficiando al mayor número de personas. Podéis
elegir varias fechas.
La reunión tendrá el siguiente
orden:
- o Debate sobre cómo está funcionando el taller.
- o Actividad y corrección de la misma.
- o Preguntas y sugerencias.
Podrá participar todo aquel que
esté realizando el taller o cualquier persona interesada en el mismo.
En principio la reunión se hará
en la Facultad de CC.PP y Sociología, en el campus de Somosaguas puesto que las
infraestructuras que nos ofrece la facultad son idóneas y el inicio de todo
esto fue allí. En caso de haber muchas dificultades se puede plantear hacerlo
en otro lugar, pero lo más importante ahora es la fecha.
Las fechas se cerrarán el lunes 8
de diciembre.
¡¡¡Recuerda también que estas reuniones no son obligatorias por ser un curso online!!! Pero sí son interesantes para los que puedan ir,
¡¡¡Recuerda también que estas reuniones no son obligatorias por ser un curso online!!! Pero sí son interesantes para los que puedan ir,
miércoles, 3 de diciembre de 2014
23 de Octubre
Práctica 3; La importancia de los personajes y sus puntos de vista
Adrian. 23 de Octubre
Bajo la verja que separa el
escaparate de la pastelería de la calle y pongo el candado. Es viernes y me
toca cerrar la tienda, como de costumbre.
Miro mi móvil. Son casi las diez y media, por lo que antes de ir hasta el
árbol y desenroscas la bicicleta le escribo un whats app a Meri avisando que
salgo ya hacia su casa. Antes de poder enviarlo el teléfono comienza a sonar,
es Oscar.
-¿Qué pasa tio? Me pillas cerrando la tienda.
- Eres un prigao. ¿Te unirás hoy a la fiesta?
-Hoy no, ya había quedado en ir a casa de Meri. Que sus padres hoy no van a
estar.
-Abandonas a tus amigos por tu novia. ¡Que feo me parece! Jajaja Bueno ¿Y
mañana? Roberto y yo iremos de caza por la zona de las discotecas pijas del
centro.
-Puf, la verdad es que no sé qué decirte.
-No me seas plasta, que sabes que te encanta.
-Jajajaja. Vaale, contad conmigo. Por la tarde te llamo para ver hora y
tal.
-Ok y adew. ¡Disfruta del polvo!
Me medio río mientras cuelgo el móvil; mando el mensaje que había dejado a
medias. Lo uso como linterna para abrir la cadena, malditas farolas rotas,
finalmente me lo guardo en la mochila.
Una vez sacada la bici, me pongo el
chaleco reflectante y me dirijo a buena velocidad hacia el primer cruce que
hace la calle a unos pocos metros frente a mí, no veo aparecer el coche… Lo
último que siento es una sensación de volar.
Agente Ruiz. 23 de Octubre
-¿Qué dicen desde la central? Este tipo de noches son una auténtica mierda-
Digo mientras me acerco a Teresa que
está hablando por la radio del coche.
-No dicen nada nuevo, que llevemos a la chica a comisaría para la
declaración formal y que nos aseguremos de donde van a llevar los de la
ambulancia el cuerpo del chico ¿La chica dice algo nuevo?
-Nada, la pobre está en shock. Esto la va a cambiar la vida, y tiene 20
años. Según parece el chaval salió de ninguna parte, fue imposible que le
viera.- Digo mientras miro a la joven sentada en la ambulancia tapada con una
manta y que ahora está hablando con el técnico de apoyo que vino con la
ambulancia.
-Es que estas farolas han estado rotas desde principios de semana, se le va
a caer el pelo al alcalde por no haberlas arreglado.
“Se excusarán en que el chaval no llevaba ni chaleco ni nada “Esto último
sólo lo pienso, no quiero decirlo en alto porque es demasiado deprimente. Me
cabrea que las negligencias terminen afectando hasta tal punto a la gente. Miro
otra ve a la chica que ahora se ha vuelto a llorar, será una carga que nunca
podrá quitarse de encima.
Lucía. 23 de Octubre
No puedo evitarlo y vuelo a ponerme a llorar. Estoy tan feliz y nerviosa a
la vez… No me creía capaz de hacerlo… Todo ha salido según lo planeado.
Miro rápidamente al contenedor de basura donde he dejado el chaleco del
hijo de puta, oculto bajo algunas bolsas de basura. Parece que de momento la
policía no sospecha nada.
1 de 3, esta vez seré yo la que divierta cazando.
martes, 2 de diciembre de 2014
Musicallejero
Práctica 3; La importancia de los personajes y sus puntos de vista
Músico
Cualquiera podría decir que un
día como hoy sería un día perfecto para un músico callejero. Sábado. El sol de
calienta tímidamente las calles después de una semana de lluvia. La gente pasea
ociosa, fichando posibles regalos para Navidad. Con un poco de suerte, con unas
monedas sueltas en el bolsillo para soltar en la funda de un acordeón que suena
alegre, intentando llamar su atención.
No ha quedado demasiado de esa
suerte, de momento, porque la funda de mi acordeón sigue abierto como una boca
hambrienta, con unos pocos céntimos que relucen tristemente en el fondo.
Veo siluetas pasar delante de mí
sin detenerse. Cuando eso ocurre, suelo cerrar los ojos y concentrarme en el
ritmo de las pisadas, dejando que mis dedos hagan mecánicamente su trabajo
sobre las teclas ya gastadas del uso.
Unas figuras se paran frente a
mí, tapándome la luz del sol. Eso me molesta un poco, pero me daré por bien
pagado si dejan caer algo en la funda. Abro los ojos y un chico y una chica
están plantados ahí delante. Él, los ojos fijos en el acordeón. Ella, mirándolo
de reojo y arrebujándose en una chaqueta demasiado grande para ella. Bonita
estampa, sin duda, pero ninguno mete la mano en el bolsillo. Pruebo a hacer una pausa unos segundos más larga y a
volver a tocar con fuerza después, ya en los últimos compases, y lanzo una
sonrisa al chico que me mira casi sin pestañear. El chico me la devuelve, me
imagino que se ha sentido cómplice del juego, pero sigue sin soltar nada. Un
asco, pero el trabajo es el trabajo y no dejo que mi decepción desbarate la
sonrisa que tiene que acompañar al final de las canciones.
Dejo que las últimas notas suenen
despacio hasta apagarse y dejo el acordeón sobre las rodillas. Mi pequeño
público parece despertarse y se pone en movimiento perezosamente. El chico da
una cabezada en mi dirección (de agradecimiento, imagino) y echa a andar
arrastrando los pies. La chica da un tímido aplauso y lo sigue mansamente calle
abajo.
Echo un vistazo a la funda de mi
acordeón. 1€. 25 céntimos. Algo es algo. Menos da una piedra, incluso en una
mañana de sábado.
Julián
Ya son las 12 y diez. Vamos 10
minutos tarde y aún no hemos llegado. El resto estará que trina. Si Marta no
andara tan despacio… pero claro, ¿cómo va a hacerlo con esos tacones que se ha
puesto? ¿A quién se le ocurre? Dice que qué se va a poner si no con un vestido.
Pues cualquier cosa que no la haga tiritar. Pero no. Se ha puesto un vestido,
se ha quedado helada y le he tenido que dejar mi chaqueta, aunque le quede
gigantesca. Al final la pinta que tiene me hace reír y se me
olvida que vamos tarde.
Escucho sonar un acordeón y me
quedo clavado en el sitio. Suena la vie
en rose, una de las canciones más interpretadas… y siempre me parece preciosa
como el primer día. Empiezo a seguir el ritmo con el pie derecho, y mis
pensamientos vuelan lejos. Recuerdo el día que Elena me contó la historia de
Edith Piaf, una de las más tristes que se han inventado, pero en sus labios
sonaba como una de esas tragedias que convierten a sus protagonistas en
leyendas. Casi todo lo que pasaba por sus labios sonaba así. Pero bueno, eso
fue antes de que decidiera largarse con ese gilipollas de las rastas. Seguro
que con él no escucha la vie en rose.
El acordeonista hace una pausa y
me sonríe. Parece que ha adivinado mis pensamientos. Un segundo más de
inmovilidad y hace sonar el final de la canción dulce, con un sabor que
recuerdo demasiado bien. Todo esto empieza a doler demasiado, así que dirijo
una cabezada agradecida al acordeonista (siempre he pensado que ellos agradecen
mucho más tener un público atento a que les lancen unas frías monedas por
compasión)y echo a andar sin mirar atrás. Es tarde, después de todo.
Marta
Quién me mandaría ponerme estos
tacones. Tengo que maniobrar con cuidado, estirando las piernas como estuve
practicando con las chicas, pero no es tan fácil sobre los adoquines. Aunque ha
valido la pena ponerme el vestidito y pasar un poco de frío, porque Julián se
ha ofrecido a dejarme la chaqueta. Huele increíble.
Voy caminando a su lado
intentando no quedarme atrás, y suspiro de alivio cuando lo veo pararse delante
de un músico callejero. Toca un acordeón viejo, pero Julián parece que se ha
quedado hipnotizado. Conozco esa mirada, se ha ido muy lejos, con la música.
Observo cómo sigue el ritmo con el pie. Perfectamente acompasado. Seguro que
también baila divinamente. Pero cualquiera sabe cómo se baila esto.
Antes de que me dé cuenta la
canción ha acabado. Ha habido un cruce de sonrisas entre Julián y el
acordeonista y voy a ponerme a aplaudir. Pero espera, la canción no ha acabado.
Escondo las manos en las mangas rezando porque nadie me haya visto. Las últimas
notas suenan alegremente y el músico se pone el acordeón en las rodillas. Ahora
sí que se ha acabado. Aplaudo suavemente mientras Julián asiente en dirección al
acordeonista y empieza a andar de nuevo. Más me vale apretar el paso si no
quiero quedarme atrás.
Ainara
Olor a lumbre y a manzana.
Práctica 3; La importancia de los personajes y sus puntos de vista
Querido diario,
Sigo extrañando mucho al pequeño
Luis, a mi esposo y a mis compañeras de la parroquia. El olor de mi pequeño y
el aterciopelado tacto de su cabello húmedo recién salido de la ducha. Ya ha
pasado un mes, y aún convivo con ellas, lo único que me mantiene con fuerzas es
la protección del Señor y el consuelo de las deliciosas tartaletas de manzana;
calentitas, humeantes y recién hechas.
Aunque que sufro, todavía
intentando comprender a mis compañeras de estancia, pues estoy convencida de
que se trata de una prueba, una ardua y laboriosa tarea por la que he de sufrir
y expiar mis pecados, los caminos del Señor son inescrutables. A veces las
maldigo, por lascivas y porque me hacen la vida imposible cada minuto y cada
hora, pero pese a todo, rezo por ellas y
por la salvación de sus almas. Hoy se han burlado de mí, me han insultado y han
firmado los documentos del reparto de las asignaciones en mi nombre, quieren
hacerme sentir loca.
Esta mañana, mientras contemplaba
arder la lumbre la doctora Fresneda me ha citado en su consulta.
— ¿Cómo se encuentra hoy Marisa?
— Doctora, quiero volver ya a casa, ocuparme
de mis labores y de mi marido. Noto mucho
mejor el corazón y hace ya varias semanas que no percibo taquicardias ni arritmias.
¿Cuándo me dará el alta? He rezado al rosario porque me diga que hoy salgo
de aquí, la semana que viene será la procesión del Cristo redentor y he de
acudir sin falta.
Querido diario,
Hoy he sido hospitalizada por
fractura de clavícula. Mario me ha acercado en coche a urgencias, prometiendo
volver pronto, pero aún no ha dado señales de vida. He tratado de buscar un
reloj, pero no he encontrado ninguno y el personal sanitario es algo reacio a
decirme la hora. El olor a madera quemada me produce dolor de cabeza, pero
preparan una tarta de manzana decente, algo chamuscada por encima, pero
aceptable después de todo. Tengo dos compañeras de habitación, una fanática
religiosa y una excéntrica de aspecto raro que amenaza con realizarse algunos
cortes si no la sacan pronto de allí. Extrañamente me parecen demasiado
familiares.
Esta mañana me ha citado Lucía,
la doctora.
— Señorita
Fernández ¿cómo se encuentra esta mañana?
— Muy bien,
muchas gracias doctora. ¿Le puedo consultar algo? Me gustaría saber si puedo llamar a mi
marido, iba a volver a por mí, pero temo que se haya perdido por el camino.
Además, ¿cuándo me darán el alta?, imagino que tendré que guardar reposo pero
debería avisar en el trabajo.
—No se preocupe. Por ahora lo primero es su salud, y aunque
su clavícula esté bien, tenemos otros problemas más acuciantes. Sea paciente y
disfrute de su estancia aquí. He oído que le gusta leer, disponemos de una
fabulosa biblioteca mientras se recupera.
Querido diario,
Aún permanezco presa de la demencia
y de la locura. Los pensamientos acerca
del suicidio aún rondan en mi cabeza. La situación se ha vuelto completamente
insostenible. Odio la medicación, el olor a lumbre y las tartaletas de manzana
que prepara la cuidadora. Alejarme de los ritmos frenéticos de la ciudad no ha
hecho más que empeorar la situación. Si no salgo pronto de aquí me cortaré las
venas.
Odio a esa furcia puritana y a
esa resabida “de los libros”. Un día las mataré, si no lo hago conmigo antes.
Dicen que estoy enferma mental, pero yo sé que no estoy loca, simplemente soy
más perceptiva que los demás. Me engañan y me atiborran a pastillas para
drogarme y volverme más dócil y majareta.
Hoy la estúpida de la doctora
Lucía Fresneda me ha hecho acudir a su consulta.
— ¿Cómo se encuentra hoy?
— No pienso hablar más con usted. Sé que no soy normal, pero ustedes quieren convertirme en una yonki adicta a sus mierdas. No volveré a tomarme ninguna pastilla más, antes me corto las venas.
— Bueno, comprendo. Estás alterada. Reposa un rato y luego hablaremos con más calma Marisa.
— No pienso hablar más con usted. Sé que no soy normal, pero ustedes quieren convertirme en una yonki adicta a sus mierdas. No volveré a tomarme ninguna pastilla más, antes me corto las venas.
— Bueno, comprendo. Estás alterada. Reposa un rato y luego hablaremos con más calma Marisa.
Al salir de la habitación
contemplé reflejado en el espejo el documento que sostenía la doctora, rezaba
lo siguiente: “Paciente Marisa Fernández, trastorno múltiple de personalidad”.
Héctor Puente Bienvenido
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